Galería de Pintores Impresionistas

La Revolucion impresionista

El término «impresionista» se utilizó por primera vez como insulto en respuesta a una exposición de nuevas pinturas en París en 1874. Un grupo diverso de pintores, rechazados por el mundo artístico, organizó desafiantemente su propia exposición. Entre ellos se encontraban Monet, Renoir, Pissarro y Degas. Los galerías de pinturas clásicas rechazaron sus cuadros para hacer exposiciones.

Lo que caracteriza al impresionismo para la mayoría de la gente hoy en día es tanto la temática como la técnica. Son típicos los paisajes y las escenas de la vida urbana y suburbana moderna, pintados con colores brillantes y puros. Los impresionistas solían comenzar (y a veces terminar) sus pinturas al aire libre, en lugar de en un estudio. Sus pinceladas rápidas son a menudo visibles.

Hoy en día, las pinturas impresionistas se encuentran entre las más conocidas y apreciadas de la colección. Es difícil imaginar lo radical que se consideraba este movimiento en su época que consideraban que rompía con el arte académico de aquella época.

Principales pintores impresionistas

Claude Monet
Tolouse Lautrec
Vincent Van Gogh
Paul Cezanne

Temas de la vida moderna

La vida moderna y la forma en que la gente común pasaba su tiempo libre fueron temas populares para muchos pintores impresionistas.
Monet, Renoir y Degas nos muestran los teatros, cafés y populares centros turísticos rurales del París de finales del siglo XIX.

Tradicionalmente en Francia las clases medias no eran consideradas sujetos adecuados para la pintura seria, mientras que las clases trabajadoras y el campesinado eran generalmente retratados como campesinos cómicos o figuras atemporales de la vida rural.

No fueron solo las pinturas las que comenzaron a centrarse en la gente común. Durante el siglo XIX, novelistas como Zola y Flaubert escribieron sobre la vida de las clases medias y bajas. Estas personas se convirtieron en el foco trágico, y en ocasiones heroico, de obras literarias serias. Los novelistas disfrutaban tanto describiendo los cafés, bares y teatros de París como los artistas pintándolos.

Aplicación de la ciencia

Los descubrimientos e inventos científicos del siglo XIX tuvieron una importante influencia en la forma de trabajar de los pintores. Las nuevas investigaciones animaron a los artistas a experimentar con colores complementarios.

Por ejemplo, en El esquife (La Yole) de Renoir, coloca un barco naranja sobre agua azul cobalto. Se entendía que el naranja y el azul eran opuestos en el espectro cromático, y al colocarlos uno junto al otro, cada uno parecía más profundo y brillante.

Aún más significativo para los impresionistas fue el interés por la forma en que la mente humana procesa lo que ve. Cuando contemplamos un paisaje o una multitud, no vemos al instante cada rostro ni cada hoja con detalle, sino como una masa de color y luz. Los pintores impresionistas intentaron expresar esta experiencia.

Renoir 1879

Pintando con rapidez

Otro factor que cambió la forma en que los artistas pintaban fue la innovación de la pintura preparada en tubos. Moler los pigmentos para preparar pintura al óleo era un proceso laborioso y poco ordenado. La disponibilidad de una amplia gama de colores preparados permitió a los artistas trabajar al aire libre, en lugar de en un estudio. También podían trabajar a mucha mayor velocidad, a veces aplicando la pintura directamente del tubo sin siquiera usar un pincel.

La playa de Trouville es un cuadro pequeño, pintado por Monet mientras estaba en luna de miel en la costa del Canal. Él y su esposa Camille se dirigían a Londres para escapar de la guerra franco-prusiana. Ese cuadro fue pintado en la playa y no en un estudio. Los granos de arena y conchas se han mezclado en la pintura al óleo del propio cuadro. La inmediatez de la pintura también es evidente en la gruesa pintura blanca que representa la luz que cae sobre la falda de Camille, y la sombra que cae sobre su rostro.

La imagen es casi comparable a una fotografía instantánea familiar: una grabación informal de un momento privado en el tiempo, nunca estuvo destinada a una venta ni a una exposición pública.

Monet mientras estaba en luna de miel  con su esposa Camille

 

Las difíciles primeras exposiciones

En 1874, una exposición fue montada por un grupo de artistas cuya obra había sido rechazada por el Salón de París. El Salón se negó a realizar la exposición pues consideraban el Salón como un lugar serio para mostrar cuadros hasta ese momento.

Entre los artistas que mostraron su trabajo había varios de los pintores que se hicieron conocidos como los «impresionistas», aunque no todas las pinturas serían reconocidas como impresionistas hoy en día. Lo que mantuvo unido al grupo no fue tanto un enfoque único para la pintura, sino las estrechas amistades y rivalidades que alentaron el intercambio y desarrollo de ideas.

Durante los siguientes 12 años, se llevaron a cabo otras siete exposiciones, con la participación de artistas como Monet, Cezanne, Renoir, Degas y Morisot. Un crítico de la primera exposición describió a los pintores como «lunáticos». Es extraño pensar cuán fuertemente ha cambiado esa reputación y cuán admiradas son estas pinturas hoy en día.